La emisión de gases de efecto invernadero están modificando el clima del planeta, y su reducción ha pasado a ser un reto prioritario de los gobiernos y las empresas en Colombia. Es por eso que Linkarga trabaja en una agenda positiva que apunta a la sostenibilidad de su negocio de transporte de carga, y define las estrategias empresariales, detecta posibles riesgos, hace frente a las barreras y requisitos ambientales, así como también detectan y corrigen ineficiencias en los procesos productivos, el manejo de residuos y se agrega un plus de diferenciación competitiva en este sector.
Alrededor de esta ola de acción climática se han popularizado conceptos como el de la huella de carbono, todo su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas necesarias hasta su uso y tratamiento, como residuo al final de su vida útil.
De acuerdo con David Rendón, Jefe de Operaciones y Servicio al cliente de Linkarga S.A.S, se observa un mundo cambiante en cuanto a la afectación de cada persona a la huella de carbono. Asegura que para la compañía es importante revisar cómo se está frente a dicha afectación con los servicios que prestan en el día a día. “Por eso, hemos venido analizando datos de nuestros clientes y de nuestras operaciones de manera que podamos visualizar el impacto en el total de operaciones de Linkarga S.A.S y desglosarlo a la afectación de nuestros clientes por el número de operaciones que realizan con nosotros” precisa.
El cálculo de la huella de carbono de una empresa no es una tarea sencilla. Para medirla, hay que aplicar una fórmula que consiste en multiplicar dos parámetros: el dato de actividad y el factor de emisión. Esta fórmula debe aplicarse para calcular la huella de cada actividad o fuente emisora de gases de efecto invernadero (GEI).
Por ahora, mediante análisis de datos y herramientas de tecnología, Linkarga SAS puede conocer el impacto en huella de carbono de la siguiente manera.
- Analizando el total de servicios que se realizan a nivel nacional
- Conociendo el volumen de operaciones en toneladas movilizadas
- Conociendo la cantidad de dióxido de carbono (CO2) equivalente total de emisión de gases de efecto invernadero (GEI)
- Cuantificamos el CO2e en promedio por viaje de nuestro total de operaciones
- Podemos dar alcance a nuestros asociados de negocio clientes mes a mes como se han movido sus operaciones y se puede compartir el impacto en huella de carbono vs el total de operaciones realizadas
Todo este estudio ha sido revisado y avalado por la empresa GAIA Servicios ambientales, quien ha sido el aliado de Linkarga en el diseño de la medición, el cual ha su vez ha sido desencadenado en un algoritmo de calculo de huella desarrollado de manera automática por nuestro equipo de informática. Además, se utilizan herramientas de análisis de datos (Big Data) con las que se ha venido trabajando en varios proyectos en conjunto con nuestro otro aliado Blacksmith, quienes se encargan de darle sentido a los datos los datos de las operaciones, se ejecuta el control y las estrategias que les permiten identificar el impacto en esta modalidad.
Para Rendón, la huella de carbono es un factor a cuidar y tratar de mejorarlo cuando sea posible. “Gracias a eso, hemos validado la compensación de carga en corredores que ayude a no ejecutar desplazamientos de vehículos vacíos, optimizaciones de carga, diversificación en modelos de negocio de operaciones y gestión operativo-comercial eficiente. De esa manera podemos apoyar la gestión del medio ambiente desde nuestro quehacer diario de las operaciones de Linkarga SAS”.
¿Qué seguirá a futuro?
Medir y reducir la huella de carbono en una empresa, es también trabajar por mitigar los riesgos ligados al cambio climático a través de un plan de mejora. Para empresas como Linkarga, facilitar la comprensión del impacto ambiental de todos los procesos ligados a la cadena de valor de la organización como proveedores y proceso de carga, resulta ser un objetivo fundamental.
Al recolectar los datos y concientizar los demás actores de la cadena, Linkarga busca validar alianzas para ejecutar posibles siembras en terrenos autorizados y compras de bonos de carbono autorizados para mejorar el impacto de la huella de carbono por parte de los actores de la cadena logística.